Paula, la mejor amiga desde la guardería de Xenia,va a comenzar a hacer comentarios sobre la su ropa y críticas sobre ella a l@s otr@s niñ@s de la clase.Pero Xenia tenía tanta confianza en su mejor amiga que parecía que no se enteraba de lo que estaba pasando.El sábado Xenia va a llamar a Paula para preguntarle si quería venir a jugar.Voy a escuchar la conversación desde la cocina.Paula va a decirle a Xenia que ya no quería ser mas su amiga y que tampoco le gustaba a l@s otr@s niñ@s de la clase.Xenia se va a quedar paralizada,después va a colgar y se va a ir a su habitación.Una hora mas tarde, voy a pasar por el costado de la puerta abierta y la voy a ver en la cama, con la cara llorosa y mirando al suelo.¿qué podía hacer yo?Niña egoísta y malcriada-¿cómo se atrevía a hacerle eso a Xenia?quería decirle a Xenia,"la manzana no cae lejos del árbol!Mira a su madre es fría e hipócrita"
Pero sobre todo quería reducir la pena de mi hija con algunas palabras de
mi experiencia ¿qué consejo podría darle? Sabía que l@s niñ@s, en general, no
son muy amantes de los consejos.También sabía que Xenia necesitaba tiempo para
pensar en sus propias soluciones.A pesar de todo, me sentía inclinada a
resolverle el problema.La empatía me parecía imposible en este caso.Tenía miedo
de reflejar su dolor,su sentimiento de sentirse rechazada,su soledad.Voy a
decirle en la voz mas suave que voy a poder:"cariño, no se puede confiar
en una amiga! eres una gran niña,te lo pasarás bién con otros niñ@s de tu
clase!Por qué no llamas algun@ otr@ para que venga a jugar?"Xenia se va a
poner a llorar y ve va a gritar,"siempre me estás diciendo lo que debo de
hacer!estoy harta de que hagas eso!"
Voy a pensar todo el día sobre este incidente,si proponer una solución no
es la respuesta,¿cuál es la respuesta?Qué se supone que he de hacer para ayudar
a mi hija?No puede ser que lo que se espera de mi es que le adivine el
sentimiento que tiene,y después siga viéndola sufrir sin hacer nada,me parece
que hay una limitación en la aceptación de los sentimientos de nuestros
hoj@s.Ciertamente funciona para problemas menores,un golpe en un dedo,un
juguete perdido o una excursión suspendida a causa del mal tiempo.Pero para
tratar de cosas que realmente hacen daño-la pérdida de una mascota querida o
ser rechazada por una amiga?es apropiado, y útil ,reflejar estos
sentimientos?no haré mal abriendo las heridas de mi hija?
Voy a compartir las dudas a lo largo de la siguiente sesión.El Dr. Guinot
va a negar con la cabeza "Me agradaría saber cómo
hacerlo",dije,"para convencer a los padres que el sufrimiento
estimula el desarrollo de l@s niñ@s,estos problemas pueden hacer que su
caracter se fortalezca,los padres que quieren ver a l@s hij@s felices los
privan de madurar con experiencias de decepción,frustación y tristeza."No
llores", dicen, "compraremos otro perro"Si los padres creyesen
que sus hij@s se fortalecen a medida que experimentan emociones dolorosas, no
tendrían porqué decir:" Has perdido a Tobi, tu querido perrito.Debes tener
el corazón roto, lo sé, lo sé. "Esa es en realidad la mejor ayuda que le
podemos dar a nuest@s hij@s".
"Cuando un@ niñ@ sufre, nada en el mundo puede curar la herida al
instante.Pero podemos mostrar nuestra compasión y pensar que el tiempo hará el
resto.Para las heridas del alma es lo mismo.Damos los primeros auxilios
emocionales reconociendo los sentimientos del@ niñ@, pero entendemos que el
proceso de curación es lento.Podemos decirle a Xenia,"Cuando tu mejor
amiga te deja en la estacada después de todos estos años,eso hace mucho
daño.Debes estar sintiendo un gran dolor.Y te debes sentir de repente muy
sola"
Entonces Xenia podrá decirse a sí misma:" Puede ser he perdido una
amiga,pero tengo una madre que me entiende"